martes, 27 de marzo de 2018

Bélgica (Bruselas & Brujas)

Viajar con amigos siempre es un placer y si dos de ellos viven en Bruselas, te aseguras conocer los mejores rincones culturales, gastronómicos y cerveceros de esta gran ciudad. 


BRUJAS

Nuestra ruta comenzó en Brujas, una ciudad con mucho encanto y .... ¡muchísimo turista!. Con un tiempo espléndido recorrimos sus calles y observamos imágenes tan bonitas como éstas. 





















BRUSELAS

Por la noche, ya en Bruselas, fuimos a por unas cervezas y un poco de comida basura, pero de esa que se come con gusto. Fuimos caminando hasta la Place Jourdan, una plaza con bastante locales y ambiente (aunque actualmente se encuentra en obras). Primero vas a por tu comida al puesto de Maison Antoine (pedir las patatas y la Vicky Burguer que están espectaculares!) que se encuentra en la misma plaza y luego vas a comértelo a cualquier local de alrededor. Nosotros fuimos a la cervecería Chez Bernard.

Patatas, hamburguesas, salchichas... de Maison Antoine
y Cervezas en Chez Bernard


Terminamos la noche en la Cervecería L´Ultime Atome donde encontrarás una variada y extensa carta de cervezas, además de un ambientazo increíble.


Tras una "larga noche de descanso", emprendimos nuestra visita por Bruselas. Un día intenso cargado de cultura y gastronomia.

Comenzamos el tardío día con un buen brunch. Fuimos al Le Pain Quotidien, una cadena belga que te permite comer más ligero y saludable. Sus productos son ecológicos y los platos se llenan de mil colores y sabores! (también se encuentra en Madrid y Barcelona).


Le Pain Quotidien


Ya con nuestros estómagos saciados y con un poco más de energía, comenzamos nuestra ruta turística. Que maravilla hacer turismo sin dejarte los ojos en el plano de la ciudad. Así que nos dejamos llevar y disfrutamos admirando esta majestuosa ciudad y de las magníficas explicaciones de nuestros anfitriones.


Palacio del Cincuentenario


Museo de Instrumentos Musicales


Mirador Mont des Arts 


Grand Place


Grand Place


Manneken Pis





Iglesia de Santa Catalina


Iglesia de Santa Catalina


Podrás disfrutar también de su arte callejero escondido por cualquier rincón y es que Bruselas es la cuna del cómic y si además eres muy fanático, te puedes acercar al Museo del Cómic.

Arte callejero


Visita obligada es la Cervecería Delirium. Aunque sea muy turística, el sitio es chulísimo.

Cervecería Delirium


Otro alto en el camino para recuperarse un poco del frío y no morir de deshidratación. El elegido fue el Via Via, un local que además de cervezas y aperitivos, cuentan con numerosos juegos de mesa. El interior es súper cálido pero se llena rápidamente y nos tuvimos que contentar con un sitio en la parte de fuera que no era muy fría pero al final te quedabas destemplado. 

Croquer Monsieur y cerveza en Via Via


No puede faltar una parada para un gofre, si podéis cogerlos en los carritos que encontréis por las calles o parques ya que los de los locales del centro dejan bastante que desear.

Gofre con fresas y chocolate


Llega la hora de cenar y toca probar los platos típicos belgas. Nuestros amigos nos levan a Le Pre Sale, un restaurante con mucho encanto, una camarera requetemaja y una larguísima carta. La decisión es difícil, pero finalmente nos dejamos aconsejar y pedimos los platos que nos recomiendan. Los mejillones al natural fueron lo mejor de la noche, frescos y sabrosos. El pescado (solé meuniére) se deshacía en la boca al igual que la carne guisada (carbonnade). Sin duda, todos los platos nos dejaron con un buen sabor de boca. 

Restaurante Le Pre Sale


Último día y toca comprar las cositas para llevarnos a casa. Nos acercamos al centro a degustar y comprar chocolate. La primera parada es para la Chocolatería Marcolini. Dicen que tienen el mejor chocolate de la ciudad y no sé si será verdad, pero sin duda es delicioso, suave, aromático y con ganas de hincar el diente al siguiente trozo. 

Chocolatería Marcolini


También nos pasamos por la Chocolatería Neuhaus para comprar unos bombones con un precio un poco más asequible.

Chocolaterías Neuhaus


Como buenos españoles, una cervecita antes de comer en Zebra Bar (plaza Saint-Géry), con una terraza colorida y que con ese solazo que hemos disfrutado todo el viaje, nos llenó de energía y buen rollo.

Zebra Bar


Terminamos nuestra ruta gastronómica en la La Maison des Crepes. Un restaurante que hace todas sus crepes con harina de trigo sarraceno por lo que es apto para celíacos. Las crepes saladas estaban muy ricas, la de pollo, con tomate, mozarella y albahaca está deliciosa. Compartí con mi pareja la crepe y unos espaguetis boloñesa que estaban también estupendos.

La Maison del Crepes


Hemos pasado frío, hemos reído, comido, bailado e incluso engordado y lo mejor, todo a vuestro lado!


¡¡¡Os quiero!!!




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